Un jueves a la hora de comer, la Tierra es demolida para poder construir una nueva autopista hiperespacial. Arthur Dent, un tipo que esa misma mañana ha visto cómo echaban abajo su propia casa, considera que eso supera lo que una persona puede soportar. Arthur huirá de la Tierra junto a un amigo suyo, Ford Prefect, que resultará ser un extraterrestre emparentado con Zaphod Beeblebrox, un pirata esquizoide de dos cabezas, en cuya nave conocerá al resto de personajes que lo acompañarán: un androide paranoide y una terrícola que, como él, ha logrado escapar.
Con todo lo que había leído sobre este libro me daba un poco de miedo leerlo. Y es que es de esos libros o que te encanta porque no puedes parar de reir o no te gusta nada porque es absurdo y sin sentido la narración.
Y a mi me ha encantado. Porque al ir leyéndolo, todo ese humor absurdo, sin sentido y muy irónico me recordaba mucho al humor de las películas de Monty Python que tanto me gustan. Y es que de una forma cómica este libro nos muestra una crítica a la política actual y a muchos acontecimientos o hechos que podemos vivir en nuestro día a día.
Cuando leaís este libro ir con la mente abierta porque no tiene una continuidad líneal. La forma narrativa brilla por su ausencia, y es que parece que el autor ha ido poniendo diferentes partes e ideas que se le han ocurrido según escribía (mientras tomaba algo… jejeje). Me ha recordado mucho al estilo de mostrar las ideas en forma de sketchs cómicos. Que algunos no tienen ningún sentido pero según vas leyendo van tomando sus sentido ya que nos muestran ideas de algún sitio o forma de vida que se va a cruzar con los protagonistas. Porque aunque no haya una historia lineal convencional, si podemos encontrar unos personajes principales que son los conductores de todo.
En ocasiones, el tipo de humor puede descolocar, sobre todo en algunos diálogos al comienzo del libro. Pero según vas pasando las páginas se hace tan natural como el respirar que ni diálogos ni historia tenga mucha coherencia.
A lo mejor lo único que no me ha gustado ha sido que sea tan corto y el final tan repentino y abierto. Pero si os gusta esta historia, deciros que hay aventuras espaciales durante otros cuatro libros que pienso leer en un futuro.
No os cuento más sobre este libro ya que es muy corto y realmente rápido de leer. Y si sigo hablando soltaré algo del libro y quiero que lo descubráis por vosotros mismos.
En conclusión, un libro irónico, absurdo pero genial. Parecía que estaba leyendo una película de Monty Python. Todo tan absurdo e incoherente pero tan crítico con la sociedad y la política actual. Con esta lectura tendréis risas para rato y comprenderéis todo el movimiento friki que lo rodea.
«- ¡No quiero morir todavía! -gritó-. ¡Aún me duele la cabeza, estaré de
mal humor y no lo disfrutaré!»
«- Ya está -dijo Arthur al verlos-. Ahora sí que vamos a morir, ¿verdad?
– ¡Ojalá dejaras de decir eso! -gritó Ford.
– Pero vamos a morir, ¿no?
– Sí.»
«- ¿Qué queréis decir con que nunca habéis estado en Alfa Centauro? ¡Por el amor de Dios, humanidad! ¿Sabéis que sólo está a cuatro años luz? Lo siento, pero si no os tomáis la molestia de interesaros por los asuntos locales es cosa vuestra.»
«La poesía vogona ocupa, por supuesto, el tercer lugar entre las peores del Universo. El segundo corresponde a los azgoths de Kria. Mientras su principal poeta, Grunthos el Flatulento, recitaba su poema “Oda a un bultito de masilla verde que me descubrí en el sobaco una mañana de verano”, cuatro de sus oyentes murieron de hemorragia interna, y el presidente del Consejo Inhabilitador de las Artes de la Galaxia Media se salvó al comerse una de sus piernas. Se dice que Grunthos quedó “decepcionado” por la acogida que había tenido el poema, y estaba a punto de iniciar la lectura de su poema épico en doce tomos titulado “Mis gorjeos de baño favoritos”, cuando su propio intestino grueso, en un desesperado esfuerzo por salvar la vida y la civilización, le saltó derecho al cuello y le estranguló.»
«Al principio se creó el universo.
Eso hizo que se enfadara mucha gente, y la mayoría lo consideró un error.»
«En el planeta Tierra el hombre siempre supuso que era más inteligente que los delfines porque había producido muchas cosas -la rueda, Nueva York, las guerras, etcétera-, mientras que los delfines lo único que habían hecho consistía en juguetear en el agua y divertirse. Pero a la inversa, los delfines siempre creyeron que eran mucho más inteligentes que el hombre, precisamente por las mismas razones.»
«- Voy a proporcionarle cierta información objetiva. ¿Tiene usted alguna idea del daño que sufriría esa excavadora si yo permitiera que simplemente le pasara a usted por encima?
– ¿Cuánto?»-inquirió Arthur.
– Ninguno en absoluto -respondió mister Prosser.»
¿Habéis leído el libro? ¿Qué os pareció? Espero vuestros comentarios